Ayer me esperaban en casa de Bárbara al llegar una luz tenue de velas, la trompeta de Chet Baker de fondo, el olor a berberechos de la cena, un ribeiro en la mesa y un marmitako de plato principal. Cenamos, la tomamos, fuimos a ver su piso de San Chinarro a las 2 de la mañana, volvimos, hicimos el cafre, nos tomamos un Bacardi 7 cola, y sobre las 5 se puso a hacer una tortilla de patatas como dios, para la comida del día siguiente, que tenía día de pisti. Desayuné un poco de la tortilla que estaba cojonudísima y pa la ducha. Segundo desayuno con mi primo Chus, y tercer desayuno con la simpática. Hoy sí, como dice Maite, he desayunado a lo hobbit. El resto del marmitako lo he traido para comer, mini siesta de 20 minutos en el sofá de abajo, y bajona hasta la hora de salir...
Eso sí, estoy hecho una piltrafa humana, y luego me espera el squash, la bodega, un chino que promete y el WildThinguismo de jueves... En fin, que dios reparta suerte...