El lunes Bárbara accedió a concederme un poco más de su tiempo, y como le apetecía una terracita, nos fuimos al St. Moritz, cerca del Wild Thing, a tomar un Malibú con piña ella, y un Brugal cola yo. Estando allí sentados en la terraza, llamada del Rumano, que acaba de terminar un partit de basket con los del curro, y que iba pal Wild Thing, que si nos apuntábamos. Le digo que sí, que ahora vamos y nos presenta a los de su curro. Estaba tb Inés, la compañera del curro del squash de ayer, y Natalia, la niña que hace que el Rumano se ponga tierno... nos mamamos un poco, la gente se empieza a ir, y al final, quedamos un tío mu cansino que no se caía al suelo de casualidad... Natalia, otra Inés, Bárbara y yo. Yo veo a Natalia mu cocida, pregonando que durmamos todos en su casa, que está sola, la ocasión lapintan calva, decido hacer de taxista y despejar de moscones el camino del Rumano. Pero el cansino es un hueso duro de pelar. Dejamos a Inés en Serrano, tiramos para casa de Natalia y ahí se queda la cosa... Bárbara y yo nos quedamos un rato por ahí y nos largamos a sobarla.
Al día siguiente, me entero de que Natalia había disho, hay dos habitaciones, la mía y la de mi hermana, y somos tres, y al final, el Rumano en la habitación de la hermana y el cansino con Natalia... En fin... no censuro al Rumano pq yo soy de esos que acaban tb en la habitación de la hermana, pero vamos, que vaya putada, mardito cansino de los cojones...
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