Domingo Barrasil

Este domingo habíamos quedado el clan Barrasa para degustar un arroz con bogavante llamado a hacer historia, pero como les suele pasar a los de nuestro apellido, la cosa se torció y acabamos a las 16:00 de plato combinado en la Flecha. Yo nunca había estado, y la verdad es que no está mal de calidad para la hora que era...

La cosa es que estábamos casi todos los Barrasa, incluyendo a las dos nuevas generaciones. Como una aún es pequeña y tiene menos actividad que algún centollo que me he comido, la pasaremos por alto hasta que cumpla la edad legal de no repudio por su tio el Quique.

Pero Blanquita... Oh, la gran Blanquita... Ya es casi un ente independiente, autónomo y eso, dentro de lo que cabe, claro, que no llega al año... La cosa es que sonríe, hace gestos raros, intenta hablar, se desplaza más o menos bien, hace uso de su pulgar oponible y coge y tira cosas, le gusta el Gin tonic y toca la batería con dos cucharas... Cada ve me cae mejor, aunque es un poco impertinente porque se queda mirando fijamente a la gente y eso no es comportamiento para una señorita...

De ahí fuimos a casa de Jesús y Cartulina (padres de la gran Blanquita) a por un café y un Gin Tonic de calidad, jajajaaja, le café es porque mi primo tiene una cafetera de esas de Nescafé de una pastillita y café a los 2 segundos, brutal... y el gin Tonic es pq lo sirve como naide...

Y de ahí, querían seguir con las jornadas de café y pastitas y yo ya abandoné el barco y me fui a casa a ver New York, New York... Fuen entonces cuando el panda se puso triste pq tanto Los Ligres de Ventas, como los Reggae Boyz certificaron ambos descensos en Hattrick, a 7ª y 6ª división respectivamente.